Para nadie un secreto que en el amplio y siempre cambiante universo de las redes sociales, la creatividad y el humor son cosa de todos los días. Algunas de estas producciones alcanzan tal popularidad que son capaces de cambiarle la vida a sus creadores. Uno de los ejemplos más recientes de esto es el meme ‘Lo veo y lo quiero’, que surgió de la ingeniosa mente de la influencer peruana Maryorit Córdova en la plataforma TikTok. Con una comunidad de casi 10 millones de seguidores, @soymaryorit ha logrado destacarse como una figura destacada en el competitivo mundo de la creación de contenido digital.
Este meme en particular ha ganado notoriedad al alcanzar la asombrosa cifra de más de 36 millones de reproducciones, convirtiéndose en un fenómeno viral que ha trascendido las fronteras digitales. La génesis de este fenómeno se remonta al 23 de noviembre de 2023, cuando Maryorit publicó un video acompañado de la pegajosa canción ‘Bad Bitch’ de la argentina Wanda Nara & Negro Dub. En este clip, Córdova agregó una dosis de humor comentando de manera divertida las decisiones amorosas de una amiga, creando así un contenido que resuena con la audiencia de TikTok.
El impacto de este video fue tal que se convirtió en una plantilla en la plataforma de edición CapCut, permitiendo a los usuarios de TikTok poner su propio giro al meme. En ese sentido, la joven creadora, lejos de ser un fenómeno efímero, continuó deleitando a su audiencia con publicaciones que abordan diversas situaciones de la vida con su característico humor y sarcasmo. El caso de Maryorit Córdova vs. el Estado Peruano destaca el choque entre la viralidad y la protección de derechos de autor, después de que su meme se utilizase sin permiso oficial para fines gubernamentales.(TikTok / @soymaryorit). Como era de esperarse, el éxito de ‘Lo veo y lo quiero’ trascendió su forma original y se convirtió en una expresión que encapsula deseos y aspiraciones, ya sean materiales o estéticos.
La narrativa detrás de su creación y la rápida adopción por parte de la comunidad de TikTok destacan la influencia de los creadores de contenido en la configuración de las tendencias digitales actuales. En un mundo donde la viralidad es algo que puede ocurrir en cuestión de segundos, Maryorit Córdova demostró ser una fuerza a tener en cuenta en el panorama digital.
Sin embargo, la historia tomó un giro inesperado cuando la joven se vio envuelta en el epicentro de una controversia con el Ministerio de Energía y Minas de Perú (MINEM). ¿La razón? Pues La cuenta de TikTok de esta institución gubernamental utilizó el famoso trend sin obtener el debido permiso, usando la imagen de la tiktoker para promocionar los precios de la gasolina en el país.
Esta situación desató una serie de eventos que la llevaron a realizar un reclamo público en algunos programas de televisión. Es más, en un video junto a su abogada, la influencer explicó que el MINEM utilizó su imagen sin autorización para fines comerciales e informativos.
A pesar de exponer y recibir supuestas promesas de solución por parte de las autoridades, la situación persistió, llevando a la tiktoker a emprender acciones legales.
El caso, luego de llegar a la televisión peruana, también se hizo viral en las redes sociales y hasta personalidades del extranjero se han manifestado sobre el tema.
Uno de ellos fue el abogado y actor argentino Leonel Fransezze, quien en su cuenta de TikTok consideró que la peruana cometió un error garrafal. “Ningún monto de dinero va a compensar el hate que ha provocado, que ya es irreversible. ¿Cuánto vale eso? A veces es más importante ser inteligente y si una conducta va a significar un perjuicio para tu red social, pues mejor no lo hagas”.
Otro fue el tiktoker mexicano identificado @onlyabogados, quien explicó que todo aquel que quiera hacer uso de la plataforma de videos, debe aceptar los términos y condiciones que proponen. “Para entenderlo mejor, todo el contenido que uno sube a TikTok y que no se encuentre registrado como propiedad intelectual pasa a ser propiedad de la plataforma y de cualquier usuario que esté en ella”, explicó.
Tras un diálogo entre ambas partes se ofrecieron disculpas por la difusión del video de la discordia y se aseguró que se tomaron medidas para evitar situaciones similares en el futuro. La influencer aceptó las disculpas y afirmó que no buscará compensación económica, sino salvaguardar el uso de su imagen como creadora de contenidos.
Esta controversia destaca la creciente intersección entre las redes sociales y las instituciones gubernamentales, donde las figuras públicas pueden enfrentar situaciones inesperadas relacionadas con el uso no autorizado de su imagen. Aunque las redes sociales son un terreno fértil para la creatividad y la expresión, esta historia sirve como recordatorio de los desafíos legales que pueden surgir en este vasto ecosistema digital.
Tomado de: www.infobae.com
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