Diez años de ‘Rumba a lo desconocido’: Estopa entre la madurez y la frescura

El 2 de octubre de 2015, los hermanos David y José Muñoz, de Estopa, publicaban su octavo álbum de estudio: “Rumba a lo desconocido”. Una década después, el disco se recuerda como un punto de inflexión en su trayectoria, un trabajo que demostró que el dúo de Cornellà seguía siendo capaz de reinventarse sin perder su esencia ni conectar con un público amplio.

El contexto en el que llegó el álbum era complejo. Tras su debut en 1999 con “Estopa”, que los catapultó al éxito nacional con temas como “La raja de tu falda”, los hermanos habían mantenido una carrera estable, con discos multiplatino y giras multitudinarias. Sin embargo, para mediados de la década de 2010, la industria musical estaba cambiando radicalmente: las ventas físicas caían en picado y el streaming se imponía, transformando los hábitos de consumo. Tras el recopilatorio “Esto es Estopa” (2014), que celebraba sus quince años de carrera, el dúo se enfrentaba al reto de ofrecer un álbum con canciones inéditas que los mantuviera en el foco mediático y musical.

“Rumba a lo desconocido” fue la respuesta. Grabado en Barcelona y producido por ellos mismos junto a Rafa Sardina, el disco exploró nuevas texturas sin abandonar su fusión característica de rumba catalana, pop y rock, su sello distintivo. El título mismo sugería un viaje hacia lo inesperado, una exploración de arreglos y sonidos distintos, demostrando valentía en una etapa de su carrera en la que podían haberse limitado a repetir fórmulas exitosas.

El álbum dejó joyas singulares como “Pastillas para dormir”, que se ha consolidado como una de las canciones más destacadas de su repertorio reciente. La obra no solo confirmó la madurez musical de Estopa, sino que también subrayó su capacidad de adaptación en un mercado fragmentado y digitalizado. Diez años después, “Rumba a lo desconocido” sigue siendo un referente de cómo un grupo puede evolucionar sin perder su frescura ni autenticidad.