La banda británica Coldplay llevó al público dominicano a la estratósfera con el concierto que ofreció en Santo Domingo como parte de su gira Music of the Spheres, un espectáculo que ofrece mucho más que música.
Una puesta en escena cargada de color, con proyecciones, luces láser, pirotecnia, llamaradas y confeti brindó a los espectadores un sinfín de estímulos paralelos a la actuación de Chris Martin y los suyos, que arrancaron el concierto con el tema que da título a este tour, cargado de mensajes en favor del cuidado de medioambiente.
Martin sudó la camiseta, tan entregado al público como el público a él. Si el vocalista, pedía al público que alzara las manos, las alzaba, si pedía que saltara, saltaba, y si pedía que renunciara a sus teléfonos al menos durante una canción, el público, obediente, los guardaba.
Pendientes del escenario principal y de la estructura satélite unida a este por una pasarela por la que Martin se desplazó, los asistentes tardaron algo de tiempo en percatarse de que el líder de la banda estaba en otro lugar inesperado.
En una tercera estructura de pequeñas dimensiones, y tras pedir (esta vez en inglés) que el público mandase su energía a un mundo que pasa por un momento difícil, sorprendió a los asistentes con unos versos del tema de Juan Luis Guerra Bachata rosa, que interpretó acompañado tan solo por una guitarra acústica.
Ha sido, además, su primer concierto de “carbono neutral” en el Caribe, ya que la banda exigió a los organizadores que se reciclen los desperdicios de plásticos, cartón u otros materiales generados con motivo de su actuación.
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